SOY UNA GUERRERA DEL TEATRO…PILAR PELLICER

Por Julieta Orduña

Una víctima más del Covid-19 fue Pilar Pellicer López de Llergo (1938-2020), bailarina y actriz mexicana de cine, televisión y teatro. Su deseo de ser artista surgió al asistir a una función de poesía recitada en voz alta. Egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y de la Escuela de Arte Teatral. Tuvo la fortuna de ser alumna del maestro Seki en la Escuela de Teatro Nacional Popular de Francia, después en el Actor´s Studio de Strasberg, y formar parte de los talleres con Tania Balachova, en París y con Dimitrios Sarras, en México.

En el año de 1959 recibe una beca del Instituto Francés para América Latina para estudiar actuación en París, Francia, donde permaneció por espacio de seis años trabajando en el cine, la televisión y el teatro.

Sus primeras obras fueron: Anna Karenina de Tolstoi (1957), La muerte de Danton, de Buchner (1958) y Las moscas, de Sartre (1959). En una de las entrevistas que le hicieron los medios comentaba que entre sus obras favoritas estaba Acapulco los lunes de Emilio Carballido (1970), Los hijos de Sánchez, de Lewis- Leñero (1972), y Las criadas dirigida por Adriana Roel.

Innumerables críticas favorables a sus montajes detallan los diarios de diversas épocas como Trampa para un soltero, de Carriere: “Pilar Pellicer, parece tener una tendencia por especializarse en el streep-tease, y en esta Trampa para soltero. Los dos intérpretes, sin llegar nunca a la desnudez absoluta, total, iban mostrando poco a poquito lo que generalmente cubre la ropa. Pilar Pellicer perdía un pecho cubierto por un muy tentador camisón. ¡Ay, este camisón, que se perdía en el camino, presentaba el auténtico «nudo» del drama![1]

Otra más, La loba en donde Pilar Pellicer lució por su histrionismo. “Pilar Peliicer, no recurrió a las extravagancias de Betty Davis en ese papel en realidad no muy importante, pero supo sacarle toda la savia posible, y se hizo aplaudir entusiastamente como la Loba, cuya maldad es un elemento introspectivo de una mujer mala por naturaleza y por educación”[2].

Como directora incursionó con Hablemos de amor (1981) y en París, trabajo con la obra Un hogar sólido de Elena garro (1990): “En El hogar sólido, dirigí, produje y actúe. Antes de dirigir tomé clases de dirección y consideró que el trabajo de mesa es fundamental, ya que analizas cada personaje”[3]. De sus últimos trabajos en dirección fue Sor Juana, sonetos y sonatas, collage (1992).

Celebró 55 años de carrera artística con la obra Bajo la mirada de las moscas, de Michel Marc Bouchard en 2015 y señala este trabajo como un gran reto escénico “Me meto en la piel del personaje que no soy yo, juego con mis emociones que tienen que ser las mías, y por consiguiente la sensibilidad influye”.

Pilar Pellicer tuvo una gran pasión y lo manifestaba en cada una de sus interpretaciones fuera comedia, tragedia, melodrama: “Un actor además de construir su personaje debe divertirse con él, no por nada “actor” es “Play” en inglés o sea “Jugar” y cuando estudias actuación, los maestros te enseñan a que lo importante es jugar y convertirte en otra persona que no tiene nada que ver con el actor o actriz”[4].

Sin duda el teatro no es fácil y hay que entregarse, palabras de la actriz: “Soy una guerrera del teatro, porque de ahí vengo, soy muy tenaz. Me gusta ponerme metas”.

Descanse en paz Pilar Pellicer.

TEATROLOGÍA

Actriz

Anna Karenina, de Tolstoi (1957).

La muerte de Danton, de Buchner (1958).

Las moscas, de Sartre (1959).

Un frágil equilibrio, de Albee (1968).

Acapulco los lunes, de Emilio Carballido (1970).

Un día en la vida de Joe Egg o Flor de huevo, de Nichols (1971).

Los hijos de Sánchez de Lewis- Leñero (1972).

Departamento de soltero (1974).

Trampa para un soltero, de Carriere (1975).