TEATRIKANDO
Por Benjamín Bernal, presidente de la APT
Hoy si me pude levantar
Es la respuesta a la pregunta que nos hacemos: quién es la principal razón de acudir a ver este clásico de Nacho Cano. Que hace muchos años tuvo problemas con las producciones porque no era el espíritu de lo que había escrito e incluso habían cambiado escenas que le resultaban relevantes. En la versión que vimos hay algunas diferencias con la primera que vi, hace ya muchos años: Franco había muerto y toda la acción de Hoy no me puedo levantar resultaba del “destape” que se dio a la moda, las leyes, la moda en España. Con las consecuencias no deseadas de alcohol, drogas, el sabor beat de la época, la música misma, que resultaba abrumador para la juventud que no encontraba otra salida que ser como antes no lo dejaban.
El número de Laika era más espectacular, pero, en fin. Algunos de los diálogos no los entendía, parecía «dicho no interpretado» por momentos, se puede aplicar tal criterio a Yahir. Fue un acierto tener en escena al Chakas original Rogelio Suárez que donde lo pongan hace un papel increíble. Por lo demás resulta interesante saber que Carmen Sarahi irá a cantar en los premios Oscar un número musical de la película Frozen. Lo que implica que hubo la integración de mucho talento, aún que se pueden ver detallitos como los que mencionamos.
Belinda resulta obviamente el atractivo principal, Yahir no me acabo de gustar tal vez le faltaron más ensayos, pero logran encajar en la urdimbre de las acciones, el público conoce la historia y va a ver cantar a la damita, que ahora si se le puede llamar actriz de comedia musical “con todos los requisitos cumplidos”. Dice Alex Gou que intentó hacer algo completamente diferente para no repetirse, creo que todavía estoy digiriendo estos cambios, para poder decirle que le salió bien el intento.
Se puede ver en los teatros de Puebla y ave. Cuauhtémoc en la colonia Roma, por una corta temporada.
Eugenio Barba estuvo en México
Se presentó el genial fundador de la Escuela de Antropología Teatral y del Tercer Teatro. Trajo al Odín Teatret y nos deleitó con un monólogo llamado Ave María, a cargo de Julia Varley, que no tiene nada de religioso, pero sí de simbolismos que todos comprendemos porque es un italiano que vive en Dinamarca y habla perfectamente el español, esto le hace un personaje singular ya que se maneja en varios idiomas y teatralmente tiene una mirada que fascina al espectador.
Tercer teatro se refiere a que hay un teatro que tiende a desaparecer, dice: “Este final coincide con el momento en el cual el teatro, en su totalidad, se vuelve un género minoritario y arcaico en el universo de las formas espectaculares de nuestro tiempo”.
El primer teatro es el que conocemos como lo convencional, el segundo el que se le opone: vanguardista. El tercero es el autoproducido que no se define por teóricos o escuelas, quizá no tengan los estudios que se consideraban necesarios. La validez de este teatro la tienen los espectadores.
Año 2020.