TEATRIKANDO

Por Benjamín Bernal, Presidente de la Agrupación de Periodistas Teatrales (APT)

Clue. Logra en el Centenario Coyoacán, una caricatura dinámica y continua 

Hay ocasiones en que estoy dispuesto a declararme incapaz de escribir una crónica, y, menos una crítica de cierta obra teatral. Porque no encuentro los conceptos, vocablos, criterios, ideas que atrapen la forma o substancia de una narración que va del comic, a la comedia del arte o la farsa, pero manteniendo todo el tiempo un movimiento lógico, vertiginoso, exacto, disciplinado, con un alto nivel de energía humorística.   Hicieron bien al hacer uso de algunas herramientas: la primera que voy a mencionar, es decir que se trata de un juego de mesa: así que estuve dispuesto a ir guardando datos de los crímenes que se empezaron a cometer esa noche y ¡oh! sorpresa. Esperaba ser el primero en denunciar al responsable del crimen.

La segunda buena idea, es no haber cortado las acciones con un entreacto que hubiera impedido retomar el desbocado ritmo que habían alcanzado. El total de minutos anda por ahí de noventa o cien.

Para no fallar a usted, querido lector: transcribo todos los elencos posibles que encontré en un comunicado de OCESA, la empresa productora: Adriana del Río, Ana Sofía Quintanilla, Arturo Echeverría, Carla Medina, Carlos Pulido, Daniel Bretón, Diego Cossío Vega, Diego Llamazares, Elsy Reyes, Ervey Ortegón, Fer Villa, Jorge Escandón, José Ramón Berganza, Juan Cristóbal Castillo, Laura Jerkov, Leslie Martínez, Luis Fernando Zárate, Luis Koellar, Melina D’Angelo, Melissa Hallivis, Rebeca Manríquez y Tanya Valenzuela. Los programas de mano en código QR no son lo mío.

Está más que difícil hablar de alguno de los elementos que hubiera destacado la noche del estreno a Prensa, ante la imposibilidad de sospechar, si la falla de un actor, actriz o acter, hubiera acabado con la noche deslumbrante que presenciamos.

Me gustó la escenografía, que pasa a formar parte de la narraturgia de forma oportuna y propia; aprovechan hasta el mínimo detalle para sorprendernos; por supuesto la notable dirección de escena es de Rafa Maza, sin su mano no se hubiera logrado tan ordenado desbarajuste.

El vestuario no sé a quien atribuirlo, pero que conste, es totalmente adecuado. La iluminación les quedó más que perfecta y con una música ad hoc.

Por cierto, debo agradecer a Sandy Rustin, quien a partir del guion de Jonathan Lynn y material adicional de Hunter Foster y Eric Price, nos hicieron ir de la simple sonrisa a la carcajada -por demás despilfarrada, desmesurada y exorbitante-

Por esta única ocasión, le vamos a decir al público: por favor si usted descubrió al asesino, publíquelo, divúlguelo, porque yo, todavía estoy computando la suma de variables, pensando si las suposiciones de la señora Pavón… y las conjeturas del Prof. Mora … más la sensualidad de la Srita. Escarlata, dan como responsable del delito a ¿el Mayordomo? Lo cual no es exacto, porque…

Asesinato para dos, “la interpretan con virtuosismo y facilidad: Aldo y Humberto” en el Milán

Tal fue la respuesta de dos personajes del medio musical, Beto Torres y Marco Antonio, cuando les pedí una opinión de lo que acabábamos de ver. “Tienen un virtuosismo impresionante. Esta es una obra en que todo está perfecto”, “la gente debe de correr para verla, es increíble el talento de todos los que están involucrados en esta obra”

Y coincidimos en algo: es calificar de “Genial” el trabajo de Aldo Guerra, quien cumple con muchos, pero muchos personajes; instantáneamente nos hace una afirmación, para él mismo cambiando una gorra, lentes o pipa, contestarse y continuar.
Además, tocan el piano, solos y al unísono, Humberto Mont y Aldo, únicos intérpretes del musical.

Aldo ejecuta pasos y rutinas de danza con soltura y gracia, intercalando tomar te, usar gorras y aditamentos que sorpresivamente saca de su bolsa. Pienso que es como un heptatlón en el que hay natación, vallas, salto de infinitud, boxeo y lanzamiento de martillo, con la dulzura de una suite de ballet.

Humberto Mont da vida a un policía que se sabe todos los párrafos de un manual de investigación, canta y baila al ritmo que le pongan, actúa magistralmente y con precisión de relojero.

La responsable de la dirección es Anahí Allué, quien dirige la escena; Isaac Saul lo musical. Toda la producción es cuidadosa, milimétricamente exacta, para que todo esté en su lugar y a tiempo. Ha sido cuidada la composición de las escenas y el color. La iluminación es exacta, el vestuario y aditamentos están justo en su lugar.

El uso del elegante piano de cola blanco es personal o compartido por los maestros de la interpretación humorística, que permite disfrutar gran variedad de sonatas, lo mismo que de ritmos y sones.

Es muy, pero muy difícil hacer una crónica de todo lo que vimos, sentimos e interpretamos, pensando, elucubrando, investigando como si fuéramos el Sherlock Holmes de la colonia Juárez, el asesinato de alguien que yace en la sala de la casa, mientras usan finas tacitas de un delicioso néctar floral.

En tanto, Aldo será un tipo rudo, una ninfa danzarina o la más dulce abuela… al ritmo de un avión supersónico.

La tiendita de los horrores

La tiendita de los horrores, fenomenal estreno en el Hidalgo.

Me acordaba de la trama aproximadamente. Vi la obra en varias ocasiones, después vi el filme que me gusta mucho. Pero, se me borraron muchos detalles y el final.

Por eso al volverla a ver en el Hidalgo, a unos pasos de la Alameda Central, la disfruté tanto como la primera vez, pues no me podía acordar, ni quería, de los incidentes, accidentes, gags cómicos y sobre todo el genial desenlace, que la hace una obra terrorífica fiel a su vocación.

Llegué temprano, así que tuvo tiempo para pasear un rato, por las cada vez más escasas zonas verdes, del parque más importante de la capital. Vi comerciantes, chachareros, de todo tipo anunciando sus productos, salvadores de almas, músicos entusiastas con bailarinas llenas de vigor y colorido, bailando al ritmo de cumbia.

Comida y antojitos por doquier. No me animé a consumir algún bocadillo por temor a alguna bacteria o microbio, ya que no hay agua en diez mil metros a la redonda.

LA OBRA

Resultó lo que esperábamos. Escenografía que cumple con su función narrativa. Una planta que es espeluznante, pero simpática, vestuario adecuado para verse de principios del siglo XX. Música efectiva que permite entender todas las palabras de los textos y canciones.

¿Qué me gustó? La actuación de Chantal Andere, sincera, entregada, con ademán amplio y firme. Muy buena voz para dar vida a la jovencita roba corazones.

El dentista esta re loco, bien actuado cada momento para que usted se de cuenta que es sobrecogedor acudir a una cita con el especialista en provocarle gritos e infarto.

El resto del elenco, muy bien, cumple con la finalidad de enlazar las escenas donde veremos al monstruo verde, con dientes y mucho apetito.

En pocas palabras, es un buen montaje que pudimos ver el fin de semana dedicado a los muertos, para que chicos y grandes vayan a ver la planta carnívora más famosa de todos los tiempos.

El elenco: Chantal Andere (diez de calificación), Lorena D’ la Garza (diez), Lucero Mijares (diez), Oscar Acosta (nueve), Juan Fonsalido (nueve),

Sergio Jurado, Jair Campos, Crisanta Gómez, Felipe Álvarez, Scarlett Chico, Pablo Rodríguez, Enrique Maddox, Leonora Enríquez, Itzel Gaitán y Alexa Hidalgo, (todos con empate en nueve) Juan Torres productor: diez, por llevar a escena un clásico.

Dicen que habla de la violencia contra la mujer: así es, si así lo dicen. La idea central es divertir al público de todas las edades, sin importar mucho el mensaje plus meta político-social.

Extrañamos los programas de mano.

Febrero 2025

También te podría gustar...