VOILÁ PARIS

Texto y fotos por:  Eugenia Galeano Inclán

 

 

Cada vez que vemos una obra de teatro, sabemos el nombre del o la dramaturga, quién dirige, a los que conforman el elenco y a los integrantes del equipo creativo, pero en pocas ocasiones nos enteramos qué historia precede a la propuesta, es decir ¿cuál fue la inspiración para escribir la narrativa?, ¿cómo se seleccionó al elenco?,  ¿qué obstáculos fueron sortearon?, ¿cuánto tiempo les tomó que llegara a escena?.  El origen de VOILÁ PARÍS me parece dulce y conmovedor.

Luego de que en 2019 la escritora mexicana Gilda Salinas presenciara la obra «Contadoras de Garbanzos» de Raúl Cortés, bajo la dirección de Williams Sayago González, donde Sandra Galeano interpretaba al personaje protagónico, Gilda Salinas se acercó a felicitar a Sandra y le dijo:  «Me gustó mucho tu actuación, tanto, que voy a escribir un unipersonal especialmente para ti«.

Esa fue la primera semilla que germinaría en VOILÁ PARÍS, sobre la vida de Freda Josephine McDonald, mundialmente conocida como Josephine Baker.  Como título para la obra, Gilda Salinas eligió el nombre de una de las melodías más emblemáticas de Josephine Baker, significativo además porque fue en París donde Josephine Baker alcanzó la fama.

 

 

Gilda Salinas se desempeña como escritora, editora, dramaturga y docente.  Como autora ha publicado más de 50 libros que comprenden novelas, relatos biográficos, entrevistas, obras de divulgación y obras de teatro, las cuales se han representado en México y en Los Ángeles y Chicago, Estados Unidos de Norteamérica.  En la docencia lleva más de veinte años impartiendo cursos y talleres de narrativa, biografía, novela y dramaturgia para múltiples instituciones culturales y educativas en varios estados del país.  Como editora, a través de su proyecto Trópico de Escorpio, ha editado alrededor de 75 libros, además de su trabajo como correctora y productora de contenidos textuales para otras editoriales.  Se ha hecho acreedora a diversos premios y menciones honoríficas por su labor teatral.  Su obra incluye el libro “Equilibrio en la cornisa”, para el cual Gilda Salinas se dio a la tarea de investigar a profundidad la vida de dieciséis personajes sobresalientes en el arte, la cultura, la política y la sociedad.  Una vez concluida su labor, procedió a redactar extractos biográficos, detallando la forma de ser de los famosos y dando un enfoque particular a los momentos previos a su muerte.  A raíz del éxito alcanzado con dicha edición, Gilda Salinas escribió “Equilibrio en la cornisa 2”, con otros diecisiete personajes bajo la misma premisa que el volumen 1.  Algunos de esos estremecedores relatos se convirtieron en parte fundamental de los ciclos teatrales «El último aliento» y «Horas contadas«, representados en el Foro Sylvia Pasquel.

Por su parte, Sandra Galeano, actriz, mimo, bailarina y docente, originaria de Uruguay, con muchos años de residencia en México, desde temprana edad supo que quería estar sobre un escenario.  Es egresada de la Escuela de formación actoral Puerto Luna en su país natal, lugar en que siendo aún muy joven obtuvo reconocimiento por su monólogo “Juana” basado en las cartas de Sor Filotea – Sor Juana Inés de la Cruz, el cual también fue escrito para Sandra por su entonces maestro Rodolfo Panzacchi.  Ya en México fue integrante de la institución teatral independiente Contigo América, en donde representó numerosas obras de 2004 a 2020.  Ha trabajado con los directores Felipe Galván, Raquel Seoane, Martín Acosta, Martin López Brie, María Luisa Medina, Gilda Salinas, Karina Duprez, entre otros. Desde el 2008 es co-fundadora del grupo «Ehecatl teatro”, ha participado en cortometrajes realizados por alumnos de Centro de Capacitación Cinematográfica -CCC-, y ha dado talleres de Pantomima clásica, Expresión corporal y Arte interdisciplinario.

 

Con la propuesta de VOILÁ PARÍS ya terminado, Gilda y Sandra tuvieron que esperar casi cuatro años para llevarla a escena, toda vez que se les atravesó un sismo y la pandemia.  Mientras estaban en espera de concretarlo, se presentó la oportunidad de dar un avance en «Horas Contadas«, para lo cual, Gilda Salinas escribió una nueva versión en formato de monólogo breve conformada por una resumida semblanza de la vida y obra de Josephine Baker y las horas previas a su muerte, misma que, desde luego, fue protagonizada por Sandra Galeano.

Si Gilda tuvo el gran acierto de escribir algo sobre Josephine Baker con el pensamiento claro de que fuera interpretado por Sandra Galeano, encomendar a Fanny Sarfati la dirección escénica también fue muy acertado.  Las tres abrazaron el proyecto con todo su corazón.

 

Josephine Baker fue una mujer admirable en todo sentido.  Nació en San Luis Missouri, Estados Unidos de Norteamérica en 1906, lugar donde prevalecían el racismo y la segregación. Siendo hija de una lavandera sin recursos económicos, Josephine trabajó desde los 8 años de edad y a veces tenía que hurgar en basureros para encontrar un bocado. No obstante sus carencias, Josephine era alegre, con una voluntad férrea y resiliente por naturaleza.  Sabía que era poseedora de talento y luchó por alcanzar sus sueños, sin arredrarse ante nada.  Le gustaba bailar y ocasionalmente lo hacía en las esquinas esperando unas monedas.  Poco después de cumplir 15 años, un cazatalentos la vio y la reclutó para el espectáculo de vaudeville St. Louis Chorus.  Después de esto, viajó a Nueva York, donde comenzó a trabajar en teatros haciendo comedia “black face” (cara negra), entretenimiento en el que los actores se pintaban la cara representando a personas de color, para mofarse de los estereotipos de los negros. Continuó bailando en revistas musicales en Broadway, incluso, obtuvo un papel preponderante en una Chorus Line, a pesar de lo cual los norteamericanos no terminaban de aceptar que una mujer de color fuese una estrella.   Fue en 1925 cuando recibió una oferta para trabajar en París. En ese entonces la Ciudad Luz era la capital de la tolerancia y el libertinaje, todo era diversión.  Había excesos, desenfreno y sensualidad. El primer espectáculo en el que se presentó Josephine fue «La Revue Negre» en el Teatro de los Campos Elíseos, mismo que se convirtió en un gran éxito debido al erotismo del baile de la recién llegada.  Haciendo gala de ser exótica y desinhibida, Josephine subió al escenario cubierta tan solo por una falda hecha de bananas y numerosos collares.  Fue justo a partir de esto que comenzó su fama, misma que llegaría a ser internacional. A lo largo de su trayectoria, se le dieron apodos tales como «la Venus de Bronce«, «la Perla Negra«, «la Diosa Criolla«, «la Sirena de los Trópicos» y, sobre todo, «la Venus de Ébano«.

En forma alterna a sus actividades artísticas, Josephine Baker se dedicó con el mismo ahínco al activismo social en pos de la equidad, el respeto, la defensa de derechos humanos y la no discriminación.  Con el tiempo, logró derribar barreras y arquetipos obsoletos. Se reconoce que hizo importantes contribuciones en favor de los derechos civiles en su país.  Así mismo, le tocó ser pionera en varios aspectos:  Fue la primera mujer afrodescendiente en protagonizar una película, en integrar una sala de conciertos, en convertirse en animadora de fama mundial e, incluso, en recibir honores militares en su funeral.

Sólo uno de sus anhelos fue el que no pudo concretar en forma natural, el de ser madre, ya que el único hijo que dio a luz nació muerto.  El parto fue tan complicado que los médicos optaron por hacerle una histerectomía para salvar su vida, dejándola imposibilitada para volver a engendrar.  Sin embargo, a los 47 años, Josephine decidió conformar una gran familia.  Junto al francés Jo Bouillon, su cuarto esposo, ambos procedieron a adoptar a doce niños de diversos grupos étnicos y nacionalidades:  dos niñas (una francesa y una marroquí), un venezolano, un marfileño, dos franceses, un coreano, un japonés, un colombiano, un israelita, un argelino y un finés.  Josephine se refería a sus hijos como “la tribu del arcoiris”.

La gran estrella de los espectáculos falleció a causa de una hemorragia cerebral a los 68 años en París, en el año 1975, apenas cuatro días después de que se le rindiera un homenaje en honor a su trayectoria.

En su texto, Gilda Salinas logra resumir en forma atinada la vida de esta afamada artista y dramatiza lo que pensaba y su íntimo sentir, captando el interés del público de principio a fin.  El relato es narrado por la propia Josephine y por algunas de sus parejas sentimentales, en tal forma que permite al espectador conocer a la gran estrella por fuera y por dentro.

Fanny Sarfati, a quien conocemos más como actriz, pues ha participado en más de una treintena de obras teatrales, entre las que destaca el monólogo «El Ángel de Varsovia«, último texto del maestro Tomás Urtusástegui (q.e.p.d.), por el cual Fanny ha recibido varios premios relevantes, se encarga de la dirección de VOILÁ PARÍS y su labor es impecable.  Crea un concepto integral para la escenificación del texto de Gilda Salinas y lo enmarca en dinámicos cuadros de mucha versatilidad.   Saca a flote todas las capacidades artísticas de su actriz.  A lo largo de la función, mantiene un ritmo constante, preciso y coordinado.

He seguido la trayectoria de Sandra Galeano y siempre he visto que realiza sus interpretaciones con rigor y disciplina, ahora, en VOILÁ PARÍS, da muestra de lo polifacética que es al dar vida a Josephine Baker, a tres de sus esposos y hacer guiños de otros personajes incidentales, así como para bailar o tocar timbales.  Su labor histriónica, corporal, musical y de expresión es formidable.  Se adapta a los cambios instantáneos y a cada personaje le da su identidad propia, recorriendo las emociones pertinentes.  Sin lugar a dudas es uno de los mejores trabajos que ha desempeñado en su quehacer teatral.

Todo el equipo creativo se compenetró en el diseño del concepto integral de VOILÁ PARÍS y colaboró estrechamente en beneficio del proyecto.  Ellos son:

Carlos Mendioza en diseño de escenografía, la cual consta de un pequeño sofá con mesita integrada, un espejo sin fondo rodeado de focos, de los que se usan en camerinos, una mampara translúcida para los cambios de vestuario y una hermosa escultura de un busto con sostén dorado, collares y falda de bananas, todo colocado estratégicamente para redimensionar el espacio.

Lilian Aguilar en diseño de vestuario.  Lilian utiliza telas de buena caída para las prendas de los personajes.  Para los hombres, dos son atuendos casuales (uno de guayabera con bordados en colores y otro de camisa colorida), el tercero con detalles elegantes, como una fina gabardina de piel sintética, en tanto que para Josephine, un espectacular vestido en dorado con rebordado en pedrería, capa y sobrefalda de plumas negras y una bata blanca de seda para momentos de descanso.  Cabe señalar que todo va acorde a la versatilidad que impone el montaje.

Latife Zet en coreografía, para apoyar los bailes y la corporalidad de Josephine.

Complementan el equipo:  Alicia Redrum-redrum en asistencia de dirección;  Andrea Garía en medios,  y  Alicia Garzón PR en prensa, difusión y relaciones públicas.

Aun cuando no sean de nuestra época, es muy interesante conocer a personas que dejaron huella en este mundo.  VOILÁ PARÍS te da la oportunidad de conocer a Josephine Baker, una mujer talentosa que llegó a ser un ícono musical y político a nivel internacional, gracias a su resiliencia, esfuerzo y dedicación.   Verás una actuación memorable y una puesta en escena que honra la vida de la Venus de Ébano, realizada por un equipo comprometido integrado básicamente por mujeres, sólo el diseñador de escenografía es hombre.  ¡No te la pierdas!   Toma en cuenta que solamente quedan tres funciones de su temporada actual, así que apresúrate a adquirir tus boletos.

La función de estreno de VOILÁ PARÍS estuvo apadrinada por José Luis Cruz Toledo y por la primera actriz Verónica Langer.  Entre los asistentes se encontraban Aníbal Cabral, Embajador de Uruguay en México  y  Noelia Martínez, la Cónsul.

 

VOILÁ PARIS

se presenta los viernes a las 20:30 horas en

 UN TEATRO

ubicado en la Avenida Nuevo León número 46

–enfrente del Parque España–

Colonia Hipódromo Condesa

Alcaldía Cuauhtémoc

06100 Ciudad de México, CDMX

Teléfono: 5555 2623 1333

Duración aproximada:  70 minutos

Clasificación:  Adolescentes y adultos

Costo de la localidad:   $370

Adquiere tu acceso en Taquilla o

en la página de  Un Teatro

La temporada concluye el viernes 31 de marzo de 2023

 

 

Marzo 2023

 

 

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