MACARIO

Texto y foto por Fernando Sánchez

Macario fue una de las películas mexicanas más célebres de su tiempo y la primera cinta de este país en ser nominada al Premio Oscar, en la categoría de mejor película en lengua extranjera

Macario es la singular aventura o desventura de un hombre humilde, hambriento, que al dar satisfacción al mayor deseo de su vida – comerse en soledad un pavo entero – recibe poderes sobre la vida y la muerte. A partir de ese momento, Macario vive experiencias extraordinarias.

«Macario» es un privilegiado, es un hombre que logra ver de frente la realidad de la vida gracias a que recibe la visita del diablo, de Dios y de la muerte, quienes lo tientan y juegan con él justo cuando el desesperado campesino está a punto de tragarse su ansiado guajolote.

El diablo, dios, la muerte así como Macario son interpretados por la compañía “Raíz laboratorio escénico y diletantes Teatro en Movimiento”, no escatimaron en proyectar con fuerza y talento sus múltiples participaciones, dirigidos magistralmente por Israel Garay.

A «Macario» no lograron convencerlo ni el diablo, ni dios, así que su guajolote lo decide compartir con la muerte, hecho que provoca en ella un sentimiento de misericordia, el cual lo convierte en un regalo «soñado», pero al mismo tiempo, un regalo que cambia la vida de «Macario» y de su entorno, al punto de calificarlo como una maldición.

Sin duda, la adaptación del dramaturgo y novelista alemán Bruno Traven y presentada en el Teatro Leal y Romero en Casa de la Cultura de esta ciudad el pasado 29 de febrero, nos llevó a recordar una de las cintas más disfrutables y destaca como uno de los mejores ejemplos de la Época de Oro del cine mexicano.

 

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