“LO IMPORTANTE DE SER ACTRIZ, ES QUE TE METES DENTRO DEL PERSONAJE Y SE TE OLVIDA QUIÉN ERES…” CECILIA ROMO
Por Julieta Orduña Guzmán
Foto: https://www.google.com/search?q=cecilia+romo
Otra víctima del Covid-19 fue la primera actriz Cecilia Romo (1945-2020), originaria de Chihuahua. Su carrera estuvo dirigida hacia el cine, la televisión y el teatro. Su debut en la escena fue en la época de los ochenta, con Yo y mi chica, de Rose y Gay en 1987, también se le recuerda en los noventa por su participación en teatro musical en obras como La jaula de las locas y Hello, ¡Dolly!, en 1992 y 1994, respectivamente.
Algo que caracterizó a la actriz Cecilia Romo fue su fuerza y versatilidad a la hora de interpretar algún personaje y comentaba: “Lo importante de ser actriz, es que te metes dentro del personaje y se te olvida quién eres, entonces lo disfrutas, lo creas, lo armas, lo haces tuyo”.
Con respecto a las críticas hacia su trabajo, el director y crítico Bruno Bert hizo referencia a dos de sus montajes; el primero, La lección, de Ionesco, donde la catalogó como una actriz de carácter: “Cecilia Romo como la sirvienta autoritaria y protectora, curiosa y activa en el acto caníbal, con una presencia que impone y una mirada siempre lista al voyeurismo sádico” (Tiempo Libre, 2009). En relación con la obra Cómo aprendí a manejar, dio su punto de vista: “Resulta de muy buena veta el trabajo de Cecilia Romo, pero por momentos se sale de la línea que siguen los demás, generando como un personaje fársico de manejo casi autónomo” (Tiempo Libre, 2000).
Aunque sus participaciones en teatro fueron aceptadas y aplaudidas por el público, la televisión le dio popularidad y, sobre todo, varias telenovelas como: Rosa salvaje, La casa al final de la calle, Cadenas de amargura y Valentina.
En el siglo XXI tuvo apariciones en producciones de cine y series televisivas: Juro que te amo, Amante de lo ajeno, Un día cualquiera y La hora marcada. ¡Descanse en paz Cecilia Romo!
Teatrología
1987. Yo y mi chica, de Rose y Gay
1989. Tom Sawyer la aventura musical en el Mississippi, de Twain
1992. La jaula de las locas, de Fierstein
1994. Hello, ¡Dolly!, de Stewart y Herman
1998. Moliere, de Sabina Berman
2000. Cómo aprendí a manejar, de Voguel
2009. La lección, de Ionesco
Fuentes consultadas
Diccionario Mexicano de Teatro, Siglo XX. Edgar Ceballos, Escenología, México, 2013, p.405