“UNO TIENE QUE VIVIR LOS PERSONAJES PARA LOGRAR TRANSMITÍRSELOS AL PÚBLICO…”: RICARDO BLUME
Por Julieta Orduña Guzmán
Fotografía INBA
El director y primer actor peruano Ricardo Cristóbal Blume Traverso (1933-2020), conocido como Ricardo Blume, partió hace algunos días dejando un legado teatral, además de haber trabajado en cine y televisión, gran parte de su carrera la desarrolló en México.
En su país natal debutó a los 19 años en la Asociación de Artistas Aficionados (AAA): “Siempre me gustó escribir, sobre todo poesía, pero no había en ese entonces la carrera de escritor y fui con un amigo a la AAA, y al pasar por la sala de danza, había una puerta abierta que daba a un teatro, y estaban ensayando una obra y el director, Paco Fernández, me invitó a participar, y ahí me di cuenta que podía expresarme mediante las palabras de los dramaturgos”. Incursionó profesionalmente en el teatro en 1952 con La prostituta respetuosa, de Sartre.
Realizó estudios en la Real y Superior Escuela de Arte Dramático de Madrid. A su regreso a Lima, en 1961, fundó y dirigió el Teatro de la Universidad Católica (TUC) y fungió como profesor de dicha institución, realizando montajes de gran calidad y formando actores y directores reconocidos en la escena nacional, como Jorge Chiarella y Gianfranco Brero.
España fue el primer país extranjero en abrirle las puertas; más tarde haría lo mismo México, e hizo su debut en nuestro país con El reino de la tierra, de Williams, 1973, por el que fue bien recibido por el público y así lo escribía el crítico Rafael Solana en ¡Siempre!: “Los nombres de Tennessee, de Miarnau, de Emma Teresa, el de Busquets, el de Prieto, y en el que en la televisión se ha hecho Ricardo Blume, a quien conocen mucho de vista las señoras que siguieron en sus pequeñas pantallas caseras el culebrón Simplemente María, han hecho que la sala en que se representa El reino de la tierra, la del teatro Xola, del Seguro Social, se vea muy concurrida”. Otra obra más de los 70, Casa de muñecas, de Ibsen, de la que escribió el escritor Malkahan Rabell en el diario El Día en 1976: “Los actores que realizan las tres figuras masculinas dan vida a sus personajes con mucha sinceridad. Principalmente, Ricardo Blume en un papel que algunos creen de «villano» inconsciente, debido a su educación puritana e hipócrita”.
En 1979 por el montaje Exiliados, de Joyce, recibió dos premios: a Mejor Actor por la Asociación Mexicana de Críticos de Teatro (AMCT) y por la Unión de Críticos y Cronistas de Teatro (UCCT).
Volvió a su país, Perú, de 1980 a 1992, con la idea de alquilar o comprar un teatro: “es la única frustración de toda mi carrera”, y a su regreso trabajó en Caída en la montaña, de Miller. Con La amistad castigada, de Juan Ruiz de Alarcón, nuevamente recibió el premio a Mejor Actor por la AMCT y también por la Asociación de Cronistas y Críticos de Teatro (ACCT). Con Tiro de dados, en 1995, Ricardo Blume es acompañado por grandes histriones: “Tenemos a cuatro: Luis Rábago, Julieta Egurrola, Ricardo Blume y Omar Ramírez. Excelentes intérpretes que parecen como vaciados. Blume es quien se perfila más entre los cuatro”. (Bruno Bert, Tiempo Libre, 1995).
De sus últimas puestas más sonadas, Feliz nuevo siglo, doktor Freud, de Sabina Berman, en 2000 y 2001: “Ricardo Blume logra pulcramente el papel de Freud: un trabajo en el que se notan claramente las intenciones tanto de la directora como de la dramaturga de abordarlo con ese respeto”. (Noé Morales, La Jornada Semanal).
Participó en más de 70 obras de teatro: “Es una realidad alternativa. Uno tiene que vivir los personajes para lograr transmitírselos al público; es una profesión muy particular y te hace seguir jugando, ser niño a pesar de ser ya un viejo”.
Múltiples reconocimientos a lo largo de su vida: recibió la medalla «Mi vida» en el teatro, el más alto galardón a la actuación en México, que le fue entregada por el Centro Mexicano del Instituto Internacional de Teatro de la UNESCO. Asimismo, fue homenajeado con la medalla Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, otorgada por el Congreso de la República del Perú en 2002, reconociendo su esfuerzo y premiando su calidad actoral. En sus 50 años de trayectoria fue homenajeado por Conaculta, UNAM e IMSS. En 2011 recibió la medalla TUC por los 50 años del Teatro de la Universidad Católica de Perú, y en 2014 la medalla de Bellas Artes.
Perteneció también a la Compañía Nacional de Teatro de México como actor emérito desde 2008, en la cual interpretó Ser es ser visto, paráfrasis de Stefanie Weiss y Luis de Tavira; también en Natan el sabio, versión Luis de Tavira y Stefanie Weiss, e Ilusiones, de Viripaiev: “Soy miembro fundador desde la época de López Portillo; me gustaba juntarme con los buenos”.
En 2013 se inauguró el Teatro Ricardo Blume, en Perú, con la obra Hamlet, en la que el propio histrión participó con la voz del padre del príncipe. ¡Descanse en paz Ricardo Blume!.
Teatrología
- La prostituta respetuosa, de Sartre
- Collacocha, de Enrique Solari
- El gran teatro del mundo, de Pedro Calderón de la Barca
- El reino de la tierra, de Williams
- Aquel tiempo de campeones, de Miller
- Anillos para una dama, de Gala
- Casa de muñecas, de Ibsen
- La casa de los corazones rotos, de Shaw
Hermanas, de Chéjov
Luces de bohemia, de Valle-Inclán
- El pequeño caso de Jorge Lívido, de Sergio Magaña
- Exiliados, de Joyce
- Caída en la montaña, de Miller
- La amistad castigada, de Juan Ruiz de Alarcón
- Tiro de dados, de Gerardo Velázquez
- Creator principium, de Héctor Mendoza
- El burlador de Tirso, de Héctor Mendoza
- Interiores, de Allen
- Feliz nuevo siglo, doktor Freud, de Sabina Berman
- Ser es ser visto, paráfrasis de Stefanie Weiss y Luis de Tavira
- Natan el sabio, versión Luis de Tavira y Stefanie Weiss
- 2012. Egmond, de Goethe
Ilusiones, de Viripaiev
- 2013. Hamlet, de William Shakespeare
Fuentes consultadas:
Diccionario mexicano de teatro. Siglo XX. Edgar Ceballos, Escenología, México, 2013, p. 61.
https://es.wikipedia.org/wiki/Ricardo_Blume
http://www.criticateatral2021.org/html/resultado_bd.php?ID=6447&BUSQ=Ricardo%20Blume
Noviembre 2020.
Noviembre 2020.