EL REY SE MUERE
Texto y fotos por: Eugenia Galeano Inclán
En cualquier país hacer teatro no es fácil y en nuestro país es bastante complicado. A pesar de esto, la Cartelera mexicana es muy amplia, ya que mucha gente se esfuerza por intentarlo. Para que un grupo teatral consiga un éxito suelen pasar varios años. Sin embargo, la Compañía Comala nos demuestra que en toda regla hay excepciones, puesto que está sentando un precedente pocas veces visto con el rotundo éxito del proyecto binacional del que hablaré en esta nota.
La Compañía Comala, dirigida por el productor Fernando Valenzuela, se fundó en París, Francia, en el año 2019. El nombre elegido es en referencia a la obra «Pedro Páramo» de Juan Rulfo, cuyo relato trata de una onírica convivencia entre vivos y fantasmas, lo cual les pareció apropiado, puesto que precisamente uno de sus propósitos es explorar fronteras entre dos realidades. Otro de sus objetivos es el de generar la discusión entre académicos y artistas, a fin de ofrecer distintos universos sobre una misma historia.
A principios del año en curso comenzaron a gestar la idea de realizar una coproducción binacional con actores extranjeros y mexicanos, con la modalidad de que tanto unos como otros conservaran su idioma nativo, apostando a dar relevancia al lenguaje escénico. Fue así como meses después llegaron a México para concretar su propuesta. Entre las decisiones más acertadas que tomaron están la de entrar en colaboración con los integrantes del Teatro El Milagro, institución de prestigio que se caracteriza por la calidad de los montajes que presenta. La parte mexicana del equipo quedó integrada por el destacado creador teatral David Olguín, el creativo iluminador Gabriel Pascal, la primera actriz Laura Almela y el actor de trayectoria Pedro Mira. En tanto que la parte francesa, por la talentosa actriz francesa Anaïs Umano, quien forma parte de la Compañía Comala y el célebre actor Denis Lavant, quien es figura icónica de la actuación en Francia y conocido en el mundo entero. Contar con un equipo como el de EL REY SE MUERE es el sueño de muchos.
La obra elegida es EL REY SE MUERE de Eugène Ionesco, dramaturgo y escritor franco-rumano en lengua francesa, elegido miembro de la Academia francesa el 22 de enero de 1970 y galardonado con el Premio Estatal de Literatura Europea de 1970 y el Premio de Jerusalén de 1973, entre otros. EL REY SE MUERE (Le Roi se meurt) es un clásico de teatro del absurdo que aborda la etapa final en la vida del Rey Berenguer I, al lado de su joven esposa la Reina Marie y también de su primera esposa, la Reina Margarita, así como de su médico de cabecera. Para cualquier persona estar cerca de la muerte es doloroso, pero, para un rey lo es mucho más, no sólo se aleja de la vida sino de sus logros, los asuntos sociales, financieros, políticos, culturales, militares y similares de su reinado y, sobre todo, del poder que detenta. Ese poder que lo hace sentir invencible, al grado de creer que podría vivir por siempre.
Para su versión del atractivo texto de Ionesco, David Olguín aprovecha la idiosincrasia nacional de los integrantes del elenco como parte del relato. En tanto que los dos franceses están en negación de la muerte, los mexicanos muestran su cabal aceptación. El rey está en medio de ese conflicto, por un lado, Marie le asegura que, si siente amor profundo por ella, no debe morir y, por el otro, Margarita pretende convencerlo de soltar todo para descansar en paz. El médico se guía por sus propios intereses, trata de agradar al Rey y a la Reina Margarita, a su conveniencia. En forma contundente Olguín señala lo que conlleva la embriaguez de poder en cualquier persona que tenga en sus manos el destino de un pueblo. Un relato escrito con sensibilidad y de buena estructura que atrapa el interés del espectador de principio a fin.
Esta es la sinopsis de EL REY SE MUERE por parte de los creativos: «Todas y todos somos reyes de nuestro propio imperio, nuestro cuerpo, y la piel es la frontera de nuestro ser en el tiempo. Morir, en este sentido, es un espectáculo trágico, pero visto con distancia y mediante los poderes del teatro de Ionesco, el absurdo da lugar a la risa. – El telón caerá para Berenguer I. Sin embargo, en el transcurso del viaje se ríe, hay amor y pasiones, poder y rapacidad política. En este espectáculo conviven el francés y el español, y el espectador entiende todo, además de entender, de raíz, el motivo del experimento: aquí y en China podríamos reír trágicamente de aquello que Ionesco escribió en su Diario a propósito de El rey se muere: “Diez minutos más, señor verdugo; un minuto más señor verdugo, treinta segundos más”. Para eso, ¿quién está preparado?«.
La labor de dirección por parte de David Olguín es espléndida. Combina rigor con armonía y da relevancia a la fuerza actoral de su elenco para contar la historia. Los desplazamientos escénicos están bien planeados y ejecutados. Aprovecha a fondo el espacio. La corporalidad es variada, particularmente la del rey. En general, logra un montaje con balance, coordinación y precisión.
El trabajo histriónico, corporal y vocal es admirable. Cada uno de los intérpretes brilla en cualquier escenario por su presencia y capacidades, pero juntos conforman un elenco integral donde se complementan unos a otros. Denis Lavant es el Rey Berenguer I, Laura Almela, la Reina Margarita, Anaïs Umano, la Reina Marie y Pedro Mira, el Médico. Ellos utilizan su experiencia y emotividad para la construcción de sus personajes.
Gabriel Pascal está a cargo de la escenografía e iluminación. Como de costumbre, realiza trabajos sobresalientes en sus dos rubros. La escenografía es sobria, sencilla y funcional. Le bastan una gran plataforma de madera, unos escalones y unos cuantos elementos escénicos: un trono, tapetes, un cojín, una mesita rectangular, un radio y un gramófono. La iluminación está bien administrada y sirve para proveer el entorno adecuado a cada cuadro.
El resto del equipo creativo está conformado por: Manuel Domínguez es la voz oficial; Fernando Valenzuela en producción general; Rodrigo Espinoza en diseño sonoro y musicalización; Laura Rosas en diseño de vestuario; Patricia García Castillo y Rebeca Martínez en realización de vestuario; Rebeca Martínez en utilería; Rosa Eglantina González en producción ejecutiva; Tayde Pedraza Orozco en asistencia de producción; Pilar Carre en asistencia de dirección; Celso Martínez Flores, Cristofer Pérez Illescas y Rodolfo Mora González en realización y construcción de escenografía; José Miguel Barajas García como intérprete; Mar Aroko en cartel y programa de mano, y Paola González en imagen de temporada.
EL REY SE MUERE es una coproducción de la Compañía Comala y Teatro El Milagro.
La Compañía Comala y Teatro El Milagro extienden su más cordial agradecimiento al Institut français d’Amérique latine (IFAL) por su valioso apoyo para la realización de la puesta en escena de la adaptación de EL REY SE MUERE de Eugène Ionesco, proyecto binacional México-Francia.
EL REY SE MUERE es una verdadera joya teatral lograda por seres que tienen clara su vocación y han dedicado cuerpo, mente y corazón a aprender, explorar, practicar y esculpir sus respectivos quehaceres teatrales. Se trata de una aventura que te hará sentir dentro de un halo de misticismo, toda vez que la energía que emana del escenario deriva en la comunión absoluta entre creadores, intérpretes y audiencia. Como dije al principio, este acontecimiento ha tenido un éxito inusitado y en sus todas las funciones las localidades se han agotado. Así que, si te animas a asistir, debes comprar tu boleto de inmediato. Deseo tengas suerte porque la temporada es breve y restan unas cuantas funciones. Además de todas las cualidades de esta puesta en escena, ver actuar a Denis Lavant en vivo es un privilegio.
EL REY SE MUERE
se presenta de miércoles a viernes a las 20 horas en el
TEATRO EL MILAGRO
Milán número 24, colonia Juárez,
Ciudad de México
Duración aproximada: 90 minutos
Clasificación: Adolescentes y adultos
Entrada general: $300
Adquiere tu acceso en Taquilla o en Boletópolis
Noviembre 2022