TEATRIKANDO
Por Benjamín Bernal, Presidente de la APT
La sombra
Beatriz Moreno.
Una semana antes de que termine marzo, regresa a la cartelera la interesante obra La Sombra, que sirve para que veamos un texto de Salvador Ignacio, bajo la dirección de Gabriela Lozano y hacen un duelo de actuaciones Beatriz Moreno y José Montini. Él se ve sobrepasado por el tremendo caudal de oficio de Betty, ganadora de varios premios de la Agrupación de Periodistas Teatrales.
Se cuenta una historia en la que la señora Moreno es entrevistada por Montini, poco a poco va haciendo que se muestre tal cual es y vemos venir un fatal desenlace. Pero no le contaré más, para que le den un viaje sin escalas por las sorpresas que le tiene preparado el autor.
La ambientación es adecuada, porque han viajado por varias entidades de la República y no podrían llevar alguna otra, más funcional desde el punto de vista narrativo, pero cumple con la misión de mostrarnos la sala de una casa en la que los cuadros formarán parte destacada de la historia.
Betty interpreta a una escritora de cuentos para la infancia que ha tenido tiempos mejores y será acariciada por las preguntas dulces del comunicador, pero que es acosada más tarde por los cuestionamientos que le lanza como dardos fulminantes.
Es una historia muy digna de ser actuada por esas dos personalidades que en ocasiones se acercan y en otras se rechazan para dar un final que es pleno de humanidad y buen drama.
Estará pocas semanas, aunque esperamos lo puedan alargar más todavía, pues está sirviendo para celebrar 50 años de vida artística de Betty, que es integrante la legendaria familia de José Elías Moreno y sus hijos Elías, Angelita y claro, Beatriz.
Todo ello nos hace recomendarla con amplitud. Está los fines de semana en el Teatro La República de Antonio Caso casi Insurgentes. Domingo 18 hrs.
De la memoria en el Cenart
Fui a la última función (de la temporada) del especial performance “De la Memoria” que se desarrolla en los jardines que están atrás del teatro de las Artes, del Cenart.
Muy grato recuerdo deja este trabajo literario-teatral en mi mente como aficionado de tiempo completo al drama y sus alrededores. Nos organizan desde el punto de partida, donde grupos de personas van siguiendo a sus, quizá diez guías, quienes nos llevan por distintos puntos del jardín donde no escuchamos otras voces salvo la que vamos siguiendo.
Nos tocó ir en el grupo que organizó una chica vestida de morado, nos recibe afuera de las rejas un rapero, habla con soltura y desparpajo de que siente furia cuando no le pagan, pero ahí siempre lo hacen. Después de 5 minutos, lo que dura en promedio cada narración, que ha dirigido en su conjunto Zaide Silvia Gutiérrez, con acierto como se verá a lo largo de esta narración.
Después nos recibe otro poeta que va diciendo sus líneas para que entremos en un mundo nuevo: hace una relatoría de hechos teatrales, grupos formados, nombres ilustres, que ha sido parte de la historia y que como dice el rapero no todos son del centro.
Prejuicio que había y hay del teatro en México, que sólo los espectáculos del <centro> son buenos, divertidos, efectivos, netos. Hay que aclarar, aunque no se mencione que los hay muy uy- uy- uy al ser norteamericanos, de Inglaterra y otros países. Como antes de los 50´s lo fueron los españoles, transculturación que hasta hoy dura, aunque menor. Y sube la de los primos.
Después nos recibe una actriz que nos va contando sus peripecias para llega a actriz, otra nos va haciendo la crónica kilómetro por kilómetro a lo largo y ancho del país para hacer su día, su mes y año, hasta llegar a la meta soñada. Un actor relata entre bejucos y fotos su especial galería de recuerdos que le hacen sentir muy bien.
Otro esta tirado en una tumba porque no sabía que tenía SIDA y al saberlo entró en una especie de sueño que lo va llevando a vivir más años, para después sentirse pleno y sano, con sólo dos pastillas al día. Participamos leyendo frases de algún poeta insigne y repartiendo flores por el pasto verde que se une a la fértil tierra mojada.
Un bello trabajo que nos va a permitir que nunca se nos borre “La memoria” todo esto que les cuento y dura más o menos hora y media; ya que son quince los y las personas que muestran sus dotes de mimos, actores, performanceros, a los que nos va llevando nuestra guía.
Un gran trabajo per formatico, ya que inicia a las cuatro de la tarde en los jardines, son tan grandes los espacios que nunca se interfieren los grupos en las caminatas, tampoco se juntan las voces que escuchamos muy bien, pues hablan para 20/25 personas solamente en cada bocadillo.