TEATRIKANDO
Por Benjamín Bernal
Ángeles Marín, 45 años de vida profesional
Qué le preguntarías a una actriz que tiene características peculiares. ¿Cómo hace para conservarse joven? ¿Te buscan para ofrecerte proyectos de trabajo? ¿Te preocupa el futuro?
Y empezamos a platicar, ella tomaba agua de una tasa decorada con un sol, mientras iba acomodando los recuerdos: “es una suerte tener esta genética, porque además de ejercicio y cuidar mi alimentación no hago nada especial para verme así”.
“Muchos compañeros creen que todo me llega o que soy amiga de los que deciden, como Ramírez Carnero, Marta Luna, Alberto Estrella o Víctor Carpinteiro, no, yo también busco el trabajo. En una ocasión cuando estuve en la Compañía Nacional de Teatro hice Los Esclavos de Estambul, del maestro Emilio Carballido, creían que me habían llamado porque conocía a Ricardo Ramírez Carnero, no fue así, hablé con el maestro Carballido y le dije “sé que se va a montar esta obra, yo quiero hacer el personaje de Amira (creo así se llamaba)”, “Estas segura me dijo” Al ver mi convicción me recomendó hablar con Ricardo, a su vez, el director me preguntó “¿estas convencida?, porque va a haber un desnudo”
Yo había pensado hasta entonces que no lo haría, lo pensé y me dije <pero sí soy actriz>, lo voy a hacer. A lo largo de los ensayos Ricardo me seguía preguntando ¿estás convencida de cumplir? Ya había tomado una decisión y… por supuesto que lo hice.
La segunda vez que El maestro Carballido llevó a escena Conversación entre las ruinas -ya la había actuado antes-, lo busqué y le dije “ya tengo más edad para hacer el personaje y lo voy a hacer mejor”, me lo otorgaron.
“Acerca de trabajar por proyecto, sin la seguridad de un sueldo y seguridad social, es cierto, sólo una vez la compañía de la Universidad Veracruzana, donde hay actores de planta y hay servicio de salud, hasta pude comprar un pequeño departamento. Pero si, hay que acostumbrarse a vivir con trabajo por proyecto y ahorrar. De repente pienso, como se me antoja tener un sueldo fijo. Alguna vez tuve la experiencia de estar en un montaje que me hizo pensar ahora si voy a tener dinero para esto y para lo otro, y ándale que se acaba la temporada antes de lo pensado”.
“También hay colaboraciones sin más interés que mi amor por el teatro, como una pastorela de Alberto Estrella que hice en el Círculo Teatral cuando estaba recién demolido, había una plancha de cemento y rodeaban tablas de madera el espacio, ahí estuvimos todos los amigos trabajando y divirtiéndonos; en la obra se hablaba del
Círculo y que renacería. Por cierto, el espacio como ha quedado es perfecto, tiene los elementos necesarios, el diseño permite que se haga un foro italiano o herradura”.
“Durante marzo habrá un espectáculo muy especial para celebrar el Día Mundial de Teatro, no les puedo dar más datos para que sea una sorpresa, pero será algo grande”.
Y así se fueron desgranando las anécdotas, recordando las obras de William Shakespeare, Emilio Carballido, Jesús González Dávila, Víctor Hugo Rascón Banda, Luisa Josefina Hernández; secuencia que inició con Rashomon, de Akutagawa en 1978, así que ya es una actriz con 45 años de trayectoria ininterrumpida.
Actualmente está en Memoria mala, de Adriana Reséndiz en el Círculo Teatral de la Condesa, los sábados a las 7 pm. Obra que habla de las pérdidas, cuando nos falta nuestro país, nuestra ciudad o alguien a quien amamos.